Afortunadamente vivimos en una época en la que el mundo civilizado parece haber despertado a la necesidad de asegurar los derechos civiles de casi todas las minorías. Así se reivindica la propiedad de la tierra para con sus antiguos y ancestrales dueños, reconociendo ese derecho a los llamados pueblos originarios. Las obras sociales y prepagas están obligadas a reconocer como gasto medico ciertos alimentos modificados que son indispensables para la correcta nutrición en el caso de padecer enfermedades muy específicas, reconociendo ese derecho a la minoría que las padece. Los gays y lesbianas no solo han adquirido el derecho a casarse ante la ley sino que ya pueden adoptar niños convirtiéndose en padres de pleno derecho. Con inocultable entusiasmo saludamos desde aquí todas esas iniciativas que impulsan a los países, regiones y al mundo todo hacia un comportamiento más justo y más humano en definitiva.
Nuestra función, sin embargo, no es ser blandos y condescendientes sino todo lo contrario. Nos guía una firme vocación de servicio que no se detiene a besar la mano del poderoso sino que se juega, la vida si es necesario, en la búsqueda de la verdad y la justicia.
Hay una minoría injustamente apartada de estos beneficios que brinda la modernidad. Los políticos se han olvidado de ellos. Las leyes no los tienen en cuenta. Forman parte del 10% de la población. Viajan junto a vos en el transporte público. Estudian en tu mismo colegio. Trabajan en el escritorio de al lado del tuyo. Viven innumerables dificultades. El idioma los desprecia. Los diseñadores industriales no los consideran. Yo mismo pertenezco a esa bastardeada minoría. Hablo, señores digámoslo de una vez, de los zurdos.
La ciencia no se pone de acuerdo acerca de que factor nos ha hecho zurdos. Algunos sostienen que un exceso de testosterona durante la gestación nos convirtió en tales. Otros abonan justificaciones geográficas o culturales. Sin embargo suele ocurrir que dentro de una familia haya más de un zurdo en línea de sangre, por lo que toma fuerza la teoría de la influencia genética. En fecha reciente se han encontrado 2 genes que parecen ser los responsables. El LRRMT1 y el PCSK6 parecen tener la culpa de un desarrollo asimétrico que daría o bien diestros o bien zurdos.
Mientras tanto, la vida del zurdo es poco menos que un infierno. Por empezar, me siento obligado a utilizar el mouse de la computadora donde esto escribo con mi mano menos hábil. Durante nuestra más tierna infancia se nos impulsa a utilizar demoníacas lapiceras de pluma de modo que, al escribir de izquierda a derecha, nuestro puño y antebrazo pasara por sobre lo recién escrito provocando no pocos manchones (y reprimendas por culpa de nuestra inevitable supuesta desprolijidad). Más aún; llevamos adelante nuestro cometido apoyando nuestras hojas sobre un pupitre que tiene su mesa sobre la derecha obligándonos a molestas contorsiones a fin de que la lapicera y el cuaderno se encuentren. Guitarras, violines y la mayoría de los instrumentos de cuerda vienen en versión diestra. La pretensión de tocar la guitarra eléctrica por parte de un zurdo chocará, como mínimo, con que las cuerdas están en el orden inverso, la placa que protege al cuerpo principal de la guitarra de las raspaduras de la púa le quedará inutilmente arriba del mismo modo que el conector que la vincula con el amplificador. Me dirá usted, despreciable diestro, Jimmy Hendrix o Paul McCartney son zurdos y no han tenido ninguna dificultad al respecto. Pues bien, yo no toco como ninguno de ellos ni tengo el dinero suficiente como para comprar una guitarra invertida, que los luthiers confeccionan a pedido.
Hoy ya casi son una rareza. Pero los teléfonos públicos llevaban el tubo a la izquierda. Esto que podría considerarse la única gentileza que han tenido para con nosotros los diseñadores industriales es casualmente todo lo contrario. El tubo del teléfono se maneja con la izquierda de modo que la derecha queda libre para anotar algún dato, por ejemplo. ¿Sos zurdo? Embromate. El cajero automático tiene la ranura para la inserción de la tarjeta del lado derecho. Las puertas tienen normalmente la cerradura de modo que la llave se utilice con la mano derecha. Las tijeras, cuyas manillas permiten poner el pulgar en una de ellas y por lo menos dos dedos (o los cuatro restantes) en la otra son para uso exclusivo de los diestros.
El sacacorchos nos gira para el lado en que menos fuerza tenemos. No es mi caso pero también tenemos dificultades a la hora de jugar golf. El frente sesgado del palo mira hacia los pies y no hacia la pelota. Si deseamos hacer tiro al blanco o revelarnos contra un mundo que no nos entiende, las armas semi automáticas escupen las vainas servidas hacia la derecha, estrellándonos un casquilo de metal candente en plena nariz. Las lijadoras, sierras y cepillos eléctricos están diseñados de modo que quien los utilice con la mano izquierda reciba todo el aserrín sobre su cara. Los zurdos australianos, ignoro su existencia pero sospecho que los hay, convierten cualquier boomerang en un palo común y corriente dado que este está diseñado para retornar solo si el lanzamiento se efectúa con la mano derecha. Se lo tienen merecido, por zurdos.
Si los fabricantes de objetos varios nos tratan mal, el idioma no nos trata mejor. En castellano todo lo que tenga que ver con la izquierda como adjetivo simboliza lo mal hecho, lo ilegal. Peor aún con los términos heredados del latín. De ahí vienen las palabras diestra para la derecha y siniestra para la izquierda. Para una compañía de seguros un incendio, un accidente o una muerte es un siniestro, un izquierdo. Así como los filósofos zen en pantuflas nos recuerdan que en chino crisis y oportunidad se escriben con el mismo firulete la palabra zuo significa tanto izquierdo como impropio.
La religión tampoco nos trata mejor. En el mundo musulmán la mano izquierda es utilizada para la higiene de las partes pudendas luego de las deyecciones. Por lo tanto la zurda no debe utilizarse para ninguna otra cosa que para eso. Un zurdo que sea visto comiendo con su mano hábil sería considerado impuro. La Biblia indica que durante el Juicio Final, los salvados se ubicaran a la derecha del Señor y los condenados pecadores ¿A que no saben donde?. Si, a la izquierda. Por esa razón (y otras de igual profundidad de razonamiento) la Santa Inquisición ha quemado zurdos dado que ¿Que duda cabe que ser zurdo y tener trato con el Demonio son casi la misma cosa?
De cualquier modo no les importó demasiado que tres de sus grandes proveedores de obras de arte: Miguel Angel, Leonardo y Rafael (no estoy hablando de las Tortugas Ninjas. No al menos esta vez) fueran zurdos. Del mismo modo que son zurdos los ya mencionados Jimmy Hendrix y Paul McCartney. Y también lo son el otro Beatle Ringo Starr y Bob Dylan y David Bowie y Robert Plant. Varios de los máximos deportistas argentinos son zurdos: Maradona, Messi, Vilas y Ginobili.
En el ámbito de la conducción Alejandro Magno y Mahatma Gandi (Bueno, Gandi mientras tuvo pelo) se peinaban con la izquierda. Del mismo modo que George Bush, Osama Bin Laden y Barack Obama.
Hay muchos zurdos famosos por lo visto. Quizá la mayor rareza de esta lista sea que tanto Napoleón Bonaparte como su amada Josefina de Beauharnais eran zurdos ambos constituyendo el único matrimonio famoso zurdo conocido.
Un pequeño chispazo de historia para terminar. Constituida la Asamblea de los Estados Generales, luego de la Revolución Francesa sus miembros se alinearon claramente en dos bandos. Los llamados Jacobinos (partidarios de hacer que la revolución llegue a fondo. De sostener la soberanía popular y el funcionamiento de la República) y los Girondinos algo más burgueses y conservadores. Estos últimos se sentaban a la derecha de la presidencia y los Jacobinos lo hacían a la izquierda. Toda vez que el presidente de la Asamblea daba la palabra a la izquierda surgían de allí las posturas más populares y radicalizadas. De allí que los partidos de esa orientación lleven por nombre genérico "izquierda".
Nos lo ponen difícil. Nos hacen manchar las hojas. Nos queman en la hoguera por demoníacos. No nos dejan usar la tijera. Sin embargo los zurdos no hacemos más que sobresalir. Desde esta tribuna queremos saludar a una de las personas que me hacen sentir orgulloso de ser zurdo. Uno de los seres más buenos que se ha conocido y además que más se ha preocupado por los que usamos la mano izquierda al punto de hacer de ello su medio de vida. Nuestros respetos: Ned Flanders.
Que anden bien
Pues yo como zurdo y nuevo seguidor tuyo que soy, tengo el placer de hacerte este primer comentario a una entrada que me ha parecido estupenda y que naturalmente comparto.
ResponderEliminarUn gusto conocerte y dejo aquí mi invitación para que pases por mi blog y así poder unir nuestras fuerzas como zurdos que somos.
Un abrazo.
Muchas gracias por los elogiosos conceptos.
ResponderEliminarDesde ya que pasaré por su blog
Estrechamos virtualmente nuestras siniestras en este acto
Buenos dias yo como zurda y nueva seguidora me parece muy ineresante en muchas regiones Latinoamericanas es muy dificil todavia sperar ser zurdo por que de una u ora manera te dicen indirectas y cosas feas... en fin zomos zurdos y personas maravillosas.... abrazos
ResponderEliminarRealmente yo nunca me he sentido discriminado personalmente. Sólo los utensillos y demás aparatos se me han reído en la cara.
EliminarUna vez, en el conservatorio, cuando estudiaba música pretendieron que utilizara la guitarra con la mano no hábil. Sus pretenciones fueron desarticuladas con tan solo dos argumentos oportunos.
Bienvenida y gracias