domingo, 12 de abril de 2015

Un verdadero partido "a muerte" la historia del FC Start de Kiev

      Durante uno de los banquetes que el Consejo Supremo de Bombilla Tapada organiza mes a mes, nuestro Venerable Bibliotecario comentaba que, catalogando los materiales por temática, llamó su atención la frecuencia con que los libros infantiles, aún los destinados al aprendizaje de las primeras letras, incluían escenas de pesca. Nuestro anciano colega, conocedor de los cientos de miles de volúmenes que alojan las estanterías de nogal del recinto destinado a almacenar los libros en la sede central del blog, destacaba que el modo en que describen estos escritos la actividad de la pesca la presenta como un ejercicio deseable a pesar de que, con excepción de unos escasos relatos, su ejercicio incluye la muerte de un ser vivo (el pez, sin ir más lejos). En cambio remarcaba, con alguna dificultad ya que el diálogo se produjo con posterioridad a los inevitables y múltiples brindis, que no recordaba material infantil que incluyera en sus páginas referencias a la caza. 

      Un miembro del Departamento de Anatomía Comparada de Bombilla Tapada, copa en mano y con cierta dificultad para dominar su lengua, hacía referencia a que los motivos de semejante diferencia en el trato de ambas actividades, siendo que tienen la destacada similitud de provocar la muerte de una de las partes en juego, es que los mamíferos tienen grandes parecidos anatómicos y de comportamiento con nosotros los humanos y que los peces no. El catedrático agregó, completamente recostado sobre un diván, que cuanto más distinto de uno es la víctima, menos remordimientos despierta su sufrimiento y aún su muerte. Los conejos, los terneros, los cervatillos son visualmente simpáticos. Sus madres los crían con cierto afecto, como las nuestras. Forman manadas similares a nuestras familias. En cambio los peces no tienen parecido ni anatómico, ni de costumbres, ni de ningún otro tipo con nosotros, por lo tanto su muerte conmueve menos.

      Terció entonces el titular de la División Historia Universal del blog, sosteniéndose la faja del smoking con una mano y una botella de brandy con la otra, mencionando con algunos tartamudeos propios de su condición, que toda vez que hubo un conflicto armado entre dos naciones, la dominadora pretendió que la dominada era inferior en cualidades humanas. Los soldados invasores recibieron siempre información tergiversada (sospechamos que quiso decir tergiversada dado que su pronunciación no era todo lo clara que hubiese sido deseable) o abiertamente falsa sobre las condiciones morales, intelectuales o físicas del enemigo de modo que su sojuzgamiento les fuera tolerable en términos éticos. Recordó un par de post de este mismo blog en donde esto quedaba claro. El caso de Sawney Beane, http://bombillatapada.blogspot.com.ar/2014/11/de-jacobo-vi-luca-prodan-la-historia-de.html historia de incesto y canibalismo claramente inventada por los ingleses para solventar la idea de que los escoceses tenían inferior condición humana y que merecían el maltrato al que eran normalmente sometidos y el de la Condesa Sangrienta (Isabel Bathory) http://bombillatapada.blogspot.com.ar/2015/03/el-sr-stoker-lo-prefiere-sin-ajo-gracias.html acusada de múltiples aberraciones cuando en realidad los verdaderos motivos para su desaparición eran la codicia sobre sus ricas y extensas tierras. Si el enemigo no era tan humano como nosotros, las barbaridades que contra ellos se cometieran no chocarían contra nuestra conciencia. Desde debajo de la mesa, ya acostado sobre la mullida alfombra persa que cubre el salón, el Ilustrísimo Profesor aseveró que el máximo ejemplo de esta conducta lo encarnó el nazismo, despojando de todo rasgo de humanidad no solo a los judíos sino a toda nación que tuvieron la oportunidad de invadir o dominar. Dicho esto cayó en un profundo y ruidoso sueño.

      Precisamente la historia que hoy vamos a presentar se desarrolla durante una de esas invasiones. Contra lo que suele aconsejarse en estos casos, en lugar de borceguíes y casco, les recomendamos gentilmente el uso de botines, pantalones cortos y canilleras. Traigan su diccionario Español - Ruso que en instantes partimos para Kiev, capital de Ucrania.

     Alemania lanza el 22 de junio de 1941 la Operación Barbarroja que tenía por objeto la invasión de Rusia en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En principio lo logra con cierto éxito pero el invierno ruso, el mismo que había provocado la derrota de Napoleón 130 años antes, obliga a los nazis a retroceder. De todos modos y a pesar del forzado retroceso los alemanes consiguen conservar algunas posiciones sobre suelo ruso y una de ellas es el territorio ucraniano. El "Encargado de zona" (Gauleiter) a cargo del territorio ucraniano bajo la dominación nazi fue un tal Erich Koch. A pesar de que parte del pueblo ucraniano no vio con malos ojos la invasión alemana ya que los liberaba del dominio de la Rusia comunista, Koch no hizo nada por ganarse la simpatía de los habitantes del territorio ocupado. Mas bien hizo todo lo contrario. 

      Koch prohibió toda actividad que supusiera la reunión de un número significativo de ucranianos. Festivales folklóricos, celebraciones populares y todo aquello que pudiera mantener vivo el espíritu nacional fueron severamente penados. La idea era minar la dignidad ucraniana. Al fin y al cabo, para los nazis, esos rusos no eran más que pseudo humanos a los que no cabía otra cosa que esclavizar en beneficio del III Reich. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a la que Ucrania pertenecía había hecho del deporte una causa nacional. Desde la década del 30 se jugaba un torneo nacional de fútbol en el que participaba el mejor equipo de Ucrania: el Dínamo de Kiev fundado en 1927. La guerra había detenido el torneo de 1941, por obvias razones, pero a Koch tampoco le gustaba que hubiese partidos locales. Varios jugadores profesionales de fútbol ucranianos fueron reclutados para el ejército ruso, otros permanecían en Kiev sin mucho que hacer. 

M Trusevych
      Dentro de lo mal que lo pasaban los ucranianos bajo las garras de Koch y a causa de las estúpidas ideas racistas de los seguidores del Führer, aquellos nativos que tuvieran antepasados alemanes eran mejor tratados que el resto, dado que tenían "sangre germana". Uno de esos "beneficiados" era el dueño de la panadería Nº 3 de Kiev (El régimen comunista bautizaba las cosas o bien con el nombre de "Lenin" o bien con números) de nombre Iosif Kordik. Kordik era hincha del Dínamo y se lamentaba la ausencia de su deporte preferido. Un día, caminando por la ciudad se detuvo ante uno de los múltiples mendigos que habitaban sus portales (de los pocos que habían quedado en pie) y su rostro le pareció llamativamente familiar. Fanático del fútbol como era creyó reconocer en él los rasgos de Mykola Trusevych (llamado El Gigante Trusevych). Pero poco y nada quedaba de aquel gigante; enfermo y desnutrido era el ex arquero del Dinamo quien mendigaba en la ciudad. Le propuso contratarlo como barrendero en la cuadra de su panadería. Si bien no tenía mucho que ofrecer por lo menos dormiría bajo techo y comería todos los días. Mykola aceptó de inmediato. 

      Mykola le comentó unos días después que su compañero de equipo, el wing Makar Goncharenko estaba en similar condición que él, mendigando algo que comer por las calles de Kiev. Juntos lo buscan y en breve dan con él. Lentamente, en el patio de la panadería se fueron dando cita los ex jugadores del Dinamo que no habían sido reclutados con el agregado de algunos otros del Lokomotiv, otro de los equipos de la ciudad. 

      A los jerarcas nazis tanto como a los burócratas rusos, les encantaba usar el deporte como herramienta de propaganda. A fin de demostrar la superioridad alemana sobre las otras naciones y dado que salvo algunas escaramuzas contra fuerzas irregulares de naciones ocupadas (El Ejército Insurrecto Ucraniano en este caso) no había demasiado que hacer durante la ocupación, las guarniciones germanas solían organizar partidos contra equipos del país ocupado contando con la enorme ventaja de que los soldados estaban bien alimentados y entrenados mientras que sus rivales no lograban ninguna de las dos cosas. Cada victoria alemana "demostraba" la superioridad teutona y socavaba un poco más la moral de los ocupados.

F C Start
      No pasó mucho tiempo hasta que, bajo el nombre de F C Start los 11 ex jugadores del Dinamo y el Lokomotiv se enfrentaran a un equipo formado por los soldados alemanes. Se organizó una colecta para poder conseguir las camisetas. El color elegido fue el rojo furioso, remedando a la bandera de rusa, todo un desafío. El dinero recaudado alcanzó solo para eso por lo que su primer partido lo jugaron con overoles recortados sobre la rodilla y zapatos de trabajo. El 21 de junio de 1942 salió a la cancha el equipo de la guarnición alemana apostada en Hungría a enfrentar al F C Start. El aspecto de ambos equipos no podía ser más dispar. Atléticos, pulcramente vestidos y soberbios en su actitud los alemanes calculaban de antemano por cuantos goles le ganarían a esa runfla de raquíticos, desarrapados y mal vestidos ucranianos, algunos de ellos víctimas de neumonías mal curadas debido a su condición de mendigos. Koch se relamía anticipando una nueva oportunidad de demostrar la superioridad de la raza a la que representaba.

      El Start los apabulló por 6 a 2. Dentro de la pesadumbre de tener que vivir bajo el dominio de un ejército de ocupación el pueblo de Kiev vivió la victoria como una suerte de revancha. Los militares nazis no podían soportar semejante afrenta y por lo tanto dispusieron que se movilizara hacia Ucrania el equipo de fútbol de la guarnición nazi destacada en Rumania, otro de los países ocupados por Alemania durante la guerra y que se suponía mejor que el de Hungría. Dos semanas más tarde, otro equipo de soldados alemanes se enfrentaba al F C Start. El resultado fue aún peor. Los ucranianos vencieron por 11 a 0. El júbilo levantaba el fervor nacionalista del pueblo de Ucrania y daba el resultado opuesto al que los nazis buscaban. Contra sus estúpidos prejuicios raciales quedaba claro que los jugadores ucranianos eran mejores que los alemanes.

      Los trabajadores del Ferrocarril Militar Alemán tenían también su equipo de fútbol y en sus manos (o mejor dicho en sus pies) puso Koch la venganza del orgullo alemán perdido. Otra vez los ucranianos "pintaron la cara" del nuevo equipo alemán con un vergonzoso 9 a 1. Una semana después los alemanes dispusieron una seguidilla de 3 partidos con un descanso de solo 48 horas entre uno y otro. El 17, 19 y 21 de julio de 1942 el Start se enfrentó a 3 equipos distintos resultando victoriosos en todos, con scores de 6 a 0, 5 a 1 y 3 a 2 respectivamente. Probablemente el último de ellos los haya agarrado un poco cansados, de ahí que el resultado haya sido un poco más ajustado.

Las cosas habían llegado demasiado lejos con esa caterva de desarrapados ucranianos a los ojos de los "encargados de zona" nazis. El mayor temor de los invasores era que los triunfos deportivos encendieran fervores nacionalistas en otras áreas y que todo terminara en una gran revuelta popular. Decidieron entonces poner en la cancha su mejor elemento. El equipo se llamaba Flakelf y lo utilizaban los nazis para hacer presentaciones propagandísticas demostrando el poderío del deporte del III Reich. Su formación, para el público general, estaba conformada exclusivamente por integrantes de la Luftwaffe, la poderosa Fuerza Aérea nazi. La realidad era otra. Algunos de sus miembros pertenecían a la Fuerza Aérea pero el resto eran jugadores profesionales de fútbol alemán. El encuentro se pactó en el estadio Zenit de Kiev para el 9 de agosto de 1942.

     Las tribunas oficiales estaban ocupadas por soldados nazis y el resto del estadio por entusiastas ucranianos alentando a su F C Start. Que el árbitro fuera un oficial de las SS alemanas era un dato no menor. Antes de comenzar el partido los miembros del Flakelf saludaron al palco con el típico saludo nazi "¡Heil Hitler!". Los ucranianos respondieron gritando "Fizculthura", lema ruso que significa algo así como "larga vida al deporte".



Afiche de publicidad del encuentro
      El primer gol del Flakelf ocurrió luego de que el arquero ex mendigo Trusevych recibiera una patada en la cabeza que no fue sancionada por el árbitro, quedando atontado y permitiendo la apertura del marcador. Las patadas, agarrones de ropa y zancadillas fueron el recurso utilizado por el Flakelf para intentar detener los avances ucranianos ante la mirada omisa del árbitro. A pesar de todo Kuzmenko primero y Makar Goncharenko más tarde pusieron, al final del primer tiempo al Start en ventaja 2 a 1 por sobre los alemanes. Durante el descanso se presentó un oficial alemán, pistola en mano, a recordales a los jugadores ucranianos la conveniencia de no ganar ese partido. La frase utilizada no dejaba lugar a dudas: "Si ganan no queda ninguno vivo". Los jugadores entonces se plantearon la posibilidad de no salir a jugar el segundo tiempo o dejarse ganar deliberadamente. Algunos entonces temieron que se produjeran incidentes en las tribunas a causa de su actitud. Decidieron entonces salir a jugar como siempre y si hubiera consecuencias que las pagaran solo ellos y no los espectadores o sus propias familias.

      Faltando 15 minutos para el final del tiempo reglamentario el Start ganaba 5 a 3. El gigante Trusevych la dejó en los pies de Klimenko, un defensor. Este encaró a cuanto alemán se le puso delante esquivando con la pelota dominada cuanta patada y manotazo le tiraron. Por último sorteó al arquero germano y con el arco libre...envió deliberadamente la pelota a las tribunas, burlándose de sus rivales. El árbitro dio por terminado el encuentro antes de tiempo y las gradas ocupadas por los ucranianos rompieron en festejos, cantos y gritos. Los oficiales alemanes dejaron que tanto los espectadores como los jugadores salieran del estadio sin ser molestados.

Campo de Syrets
      Sin embargo, un par de semanas después caía sobre varios de los miembros del F C Start la acusación de pertenecer a la NKDV, una división del comisariato del partido comunista soviético cuyas actividades políticas habían sido prohibidas por los nazis. La Gestapo torturó a alguno de ellos. Mykola Trusevych murió durante uno de los interrogatorios. El resto de los miembros del FC Start fueron enviados al campo de concentración de Syrets, que en aquel entonces quedaba en las afueras de Kiev pero hoy, con el crecimiento de la ciudad forma parte de ella. Solo 3 de ellos (Fedir Tyutchev, Mikhail Sviridovsky y Makar Goncharenko) estaban vivos el 5 de noviembre de 1943 cuando el Ejército Rojo logró hacerse nuevamente con el control de la ciudad.

      La historia es realmente digna de un guión de cine y obviamente Hollywood la tomó como modelo para una película que se llamó "Escape a la Victoria". Claro que la leyenda "Basada en hechos reales" debe ser tomada con pinzas, como toda recreación histórica hollywoodense. Los nazis y el fútbol se conservan. El año se modifica; transcurre en 1943. En cambio los ucranianos son reemplazados por prisioneros de guerra, hay un plan de fuga en el entretiempo es decir, muy poco que ver con la historia original, tal y como el cine nos tiene acostumbrados. La película fue protagonizada por Michael Caine, Max Von Sydow y Sylvester Stallone. Como necesitaban que alguien pareciera saber jugar al fútbol el resto del elenco fue cubierto por ex futbolistas como el inglés Bobby Moore, el polaco Deyna y nuestro compatriota Osvaldo Ardiles, entre otros. Las enormes diferencias entre la historia original y el resultado final de la película pueden haber tenido que ver con la presencia en la misma del jugador de fútbol más popular del mundo por esos momentos (la película es de 1981). Hubiera sido realmente difícil explicar la existencia del primer y único ucraniano negro conocido. Uno de los miembros del Start estaba encarnado por Pelé.

      Si tienen ganas, tiempo y dinero, cuando anden de paseo por Kiev háganse un momento para pasar por el Estadio Start (nombre que ha recibido el viejo Zenit luego del partido) y visiten el monumento que recuerda la memoria de sus épicos jugadores. Si no tienen ganas, tiempo y mucho menos dinero, aquí les dejo la foto.








Que anden bien.






4 comentarios:

  1. de tripas-corazon. que lo pario.cuanta locura

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  2. Me gusto mucho esta frase:
    El catedrático agregó, completamente recostado sobre un diván, que cuanto más distinto de uno es la víctima, menos remordimientos despierta su sufrimiento y aún su muerte.

    Muy buena la entrada, había oído del episodio en un Documental de O.Stone. Que huevos los Ucranianos!

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    1. El Catedrático de referencia propala frases de ese tenor sólo cuando está bebido.
      Cuando está sobrio casi no articula palabra

      Gracias por leer y comentar!!

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