domingo, 30 de agosto de 2015

De como Superman en la ficción derrotó a un grupo de villanos en la realidad

      Muy a pesar de que la administración y aún en Supremo Consejo del Blog hacen de la no discriminación su emblema, por razones absolutamente ajenas a sus decisiones, el staff del mismo carece casi por completo de mujeres y personas de color. Las dignas excepciones son la Experta en Energías No Convencionales, una búlgara que en sus escasos momentos de ocio utiliza el gimnasio de la sede para ejercitarse en el levantamiento de pesas, la Especialista en Acústica Submarina, una australiana afecta a la Foster´s y casi adicta al canguro con salsa de membrillos y por último nuestro Catedrático en Paleobotánica oriundo de Tuscaloosa, Alabama a quienes sus colegas con el típico ingenio de los intelectuales apodaron "El Negro".

      La mayoría de las veces en que el norteamericano se encuentra en algún grupo en el que se charla sobre anécdotas juveniles, recuerdos infantiles o estudiantiles, nuestro botánico hace referencia a lo dificultosa que fue su historia durante la segregación racial en los Estados Unidos. Sin ir más lejos cierta vez comentó casi entre lágrimas provocadas por el recuerdo que un tío suyo había sido víctima del famoso Ku Klux Klan. El Director del Departamento de Cartografía del Blog (Responsable del cuidado y orden de 6.311 mapas que se alojan en un apartado de la Biblioteca de atmósfera controlada) le recordó entonces lo mucho que la caída en desgracia de la siniestra organización racista le debía a Superman. El hombre de color tomó el comentario como una broma del mal gusto pero nuestro cartógrafo no parecía estar bromeando. ¿Como me va a decir que un personaje de ficción completamente fantasioso va a tener algún tipo de responsabilidad en la desaparición de esa banda de asesinos? ¡Por la memoria de mi tío, exijo una explicación!. Sostuvo con voz más que alta poniéndose de pié. Y justamente es esa explicación la que ocupará lo que resta de esta nota.

      Terminada la guerra civil norteamericana y vueltos los soldados a casa, las posiciones abolicionistas ya eran las triunfantes no solo en los estados del norte, que las impulsaron, sino también del sur, que las resistieron. Por otra parte muchos miembros del ejército eran negros, de modo que no era lógico considerarlos ciudadanos de pleno derecho para hacerle frente a las balas y esclavos unos días más tarde. Así las cosas, principalmente los granjeros y terratenientes se resistieron mas o menos visiblemente a los cambios. Lo que en principio comenzó como un disfraz de fantasma para asustar terminó siendo un uniforme que significaba terror. Blancos, norteamericanos y protestantes su odio terminó manifestándose contra todo negro o judío o inmigrante o cristiano católico. Sus actividades violentas comenzaron aproximadamente en 1866 y unos años después estaban ya organizados de manera vertical en cada pueblo, en cada condado, en cada estado y finalmente a nivel nacional.

Ulysses Grant
      Para 1870 el Ku Klux Klan (Cuyo nombre proviene de una mala lectura del término griego Cúclos (círculo) con agregados de letras K (no hay nada nuevo bajo el sol) y X para darle mayor fuerza a las palabras) tiene miembros en todos los niveles del estado. El Gobernador de Carolina del Norte tiene la mala idea de lanzar a las policía en contra de los miembros del Klan y la consecuencia directa fue que en las elecciones siguientes fue derrotado de un modo escandaloso. En conjunto con sus estúpidos ideales racistas, se escondían también dentro de sus filas y debajo de sus capuchas, delincuentes comunes, empleadores con intenciones de amedrentar a sus empleados y toda clase de criminales de la peor ralea. En 1871 el Presidente Ulysses Grant lanza las fuerzas federales contra el Klan y quita de las manos de los tribunales locales (copados por miembros de la gavilla racista) la competencia para juzgar sus crímenes. De ahí en más las tropelías de sus miembros serían juzgadas en estrados federales, más difíciles de infiltrar.  Esto marcó el fin, momentáneo, del Ku Klux Klan.

      Pero según dicen, la madre de los imbéciles, está siempre preñada y el 1915 dio a luz nuevamente al club del odio idiota. El advenimiento del cine popularizó una película llamada "El Nacimiento de una Nación" de David Griffith considerada la primera en la que el nuevo arte toma su forma. En manos de Griffith el cine dejó de ser teatro filmado y pasó a tener su lenguaje propio. Ese es el gran mérito de la película. Pero su enorme defecto es que es completamente racista. Los villanos son negros (en especial uno ladrón, asesino y violador) y los héroes son los antiguos miembros del Ku Klux Klan. Esto sumado a un juicio a un joven judío llamado Leo Frank, acusado de violación y asesinato, y linchado posteriormente por una turba enceguecida en Georgia, dio nuevos bríos al club de los imbéciles encapuchados.

      Esta vez tuvieron mucho más éxito, para 1920 se estima que un 15% de la población norteamericana estaba anotada en sus listas de miembros y hasta llegaron a exportar la barbarie abriendo una sucursal en  Saskatchewan, Canadá, lindero con Dakota del Norte. A diferencia del primer Klan que estaba casi circunscrito al sur, la segunda versión se había extendido por todo el país. Muchísimos miembros conspicuos de la sociedad eran dirigentes del Ku Klux Klan y era un buen punto a favor para cualquier aspirante al círculo de los notables pertenecer al grupo de encapuchados. El cobro de cuotas de ingreso, la venta de uniformes "oficiales" y la organización de mitines iniciáticos le reportaban a la agrupación importantes ingresos. Su odio se esparcía contra judíos, extranjeros en general, supuestos socialistas y principalmente negros. Ni siquiera respetaban a aquellos que habían combatido para EEUU en la Guerra Mundial y a muchos de ellos los mataron con el uniforme puesto.

      El supuesto secreto y los rituales, se sabe, son particularmente atractivos para los idiotas. Por lo tanto el Klan, además de la conocida cruz de fuego utiliza simbología (y razonamientos) de origen medieval. Así la organización, en cada país, esta gobernada por un Asistente Imperial y diez Eruditos que lo asisten formando consejo. Por debajo, gobernando cada estado hay un Gran Dragón con ocho Hydras que lo ayudan a tomar decisiones. Dentro de un estado a su vez la organización está subdividida, llevada adelante cada parte por un Gran Titán y asesorado a su vez por 6 Furias. Como verán, los cargos parecen personajes de película épica mala. Y no termina todo allí: al reclutador (encargado de buscar más imbéciles) lo llaman Kleagle y la cuota de ingreso se llama Klecktoken y así. Los rituales secretos. Los cargos secretos. El lenguaje secreto. Pero entonces ¿Como llegamos a saberlo nosotros? ¿De que modo se revelaron estos misterios?  Vengan por aquí que les presento a Stetson Kennedy.

Stetson Kennedy joven
    Para fines de los años 30, si bien el número de seguidores del Klan no era lo que 10 años antes (donde se registró un pico de unos 4 millones de encapuchados) las actividades del grupo seguían siendo por demás violentas. Un activista por los derechos humanos llamado Stetson Kennedy se decidió a infiltrarse en ella con el objeto de recavar toda la información posible y presentársela a las autoridades. Alejado de la guerra por problemas en la espalda, en 1942 se unió a las filas de los encapuchados. Durante la Segunda Guerra Stetson cumplió su papel a la perfección. Nadie dudó de él ni un instante. Así fue ascendiendo algunos escalones en la jerarquía y aprendiendo todo acerca de la jerga y los rituales. Cuando tuvo todo listo envió la documentación (con identidad falsa) a la policía local. Nadie movió un pelo en contra del Klan confirmando que, aún la policía local de Georgia estaba también llena de miembros de la agrupación entre sus oficiales.

      Stetson Kennedy tuvo entonces una idea genial. Desde 1942 hasta 1949 se emitieron por la radio nacional desde Nueva York episodios de 15 minutos diarios de Superman (continuaron hasta 1951 pero con otra frecuencia). Todos los niños norteamericanos (y algunos adultos) corrían hacia sus casas a las 17:15, hora en que se emitían de lunes a viernes los episodios. No todos los hogares contaban con aparato de televisión y la radio continuaba siendo un elemento esencial en la familia. Durante la Guerra los guionistas pusieron a Superman a pelear contra nazis y japoneses. Pero terminadas las hostilidades luego del 45 no lograban dar con un enemigo suficientemente poderoso como para que el super héroe se luciera. Kennedy se acercó a Jerry Siegel y Joe Shuster y le propuso que el nuevo enemigo del Hombre de Acero fuera el Ku Klux Klan.

Actores de Superman en radio
      Los 16 capítulos de "El Clan de la Cruz Ardiente" fueron todo un éxito. Los miembros del Klan quedaron desconcertados. En los textos de Superman se reflejaban con lujo de detalles sus rituales hasta ese momento secretos y toda la jerga utilizada por los actores que hacían de malvados era puntillosamente correcta. Los niños entonces, luego de las emisiones de cada nuevo capítulo salían a jugar a que eran Superman usando un trapo cualquiera a modo de capa y quien tomara el lugar del malvado luciría una improvisada capucha sobre sus cabezas. El guión presentaba al Klan como una organización abiertamente delictiva con el único fin de recaudar dinero para provecho de sus dirigentes. De manera subrepticia los miembros del Klan quisieron provocarle daño a los productores del show organizando un boicot contra Kellogg`s, el principal auspiciante del radioteatro. Nada funcionó. El Ku Kux Klan pasó a ser motivo de burla y de juegos. Su jerigonza medieval quedó en boca de cualquier persona de la calle. Sus simpatizantes le perdieron el respeto y sus víctimas el miedo.

Kennedy no tan joven
     Se desató una investigación interna furibunda para tratar de encontrar al traidor dentro de sus filas. Pero se sabe, la torpeza es una de las caras de la estupidez, materia prima que abunda en el cerebro racista. Nunca hallaron al culpable, hecho que se demuestra mediante el fallecimiento de Stetson Kennedy en 2011 a la nada despreciable edad de 94 años y por causas naturales.

      En palabras de Albert Einstein; es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio y allí van entonces en la actualidad los Caballeros Imperiales de Estados Unidos, una agrupación que recoge el guante antisemita, homofóbico y racista del Klan organizando de vez en vez marchas en contra de la inmigración, particularmente en los estados del sur, no pudiendo juntar más de 3000 personas en todo el país. Algo así como la hinchada de cualquier club pequeño de primera división de nuestro fútbol.

¿Es un pájaro?
¿Es un avión?
No, es la inteligencia, que es más efectiva que cualquier otra arma.

Que anden bien





domingo, 23 de agosto de 2015

Yo quiero a mi bandera....pero ¿A cual?

      Grabado sobre el mármol del frontispicio de la sede central del blog, su lema (no así Zulema) ilumina a quien atraviese sus enormes puertas. "Sub Vexillo Sapientae" es decir bajo la bandera de la sabiduría. Compuesto por los padres fundadores del blog el lema indica que dentro de su ámbito no hay distinciones de nacionalidades y en cambio la única bandera que lo rige es la del conocimiento. Puede uno encontrar equipos de trabajo, grupos de comensales, contertulios y demás grupos humanos dentro de las instalaciones del blog compuestos por las nacionalidades más variopintas. 



     De padre Italiano y madre Egipcia pero habiendo nacido en territorio alemán, nuestro experto en Poesía Oriental es quizá quien almacena el mayor número de nacionalidades posibles. Emigrado a los Estados Unidos escapando del nazismo (de las deudas sostienen sus detractores) la universidad de Princeton le gestionó la nacionalidad Estadounidense al culminar, con honores, sus estudios. Posteriormente y habiendo dominado el arte del Haiku y sus complejas reglas el Imperio del Sol Naciente lo reconoció también como Ciudadano Honorario nipón. Mas de una vez, a los postres de algún banquete generosamente humedecido con alcoholes, las bromas sobre sus múltiples nacionalidades han pasado de la raya. Lo acusan de camaleón, de vendido, de traidor, de vendepatrias aunque no queda claro a cual de ellas; si a la de su sangre italiana o egipcia, a la de su nacimiento alemán, o a sus adoptivas norteamericana o japonesa. Siempre hay alguien dispuesto a poner paños fríos sobre las reyertas de modo que, antes de que el poeta se enojara del todo, surgió una curiosa historia de cambio de banderas que es la que completará la presente nota hasta su fin. Vámonos al Mediterráneo un rato antes de que empiece la Primera Guerra Mundial.

     A principios del siglo XX las grandes potencias ya se habían repartido todo el mundo disponible. Si alguna de ellas pretendía continuar con algún plan expansionista debería luchar contra otra por la posesión de algún territorio, robándolo. Así las cosas todas andaban recelándose mutuamente y cualquier movimiento desafortunado podía desatar una lluvia de balas y bombas. Y eso fue casualmente lo que ocurrió. Las tensiones que terminaron en los 90 con la guerra de los Balcanes son bastante antiguas y se remontan a principios de ese siglo. Por ahí andaba paseando el Archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de junio de 1914, exactamente en Sarajevo, cuando un integrante de la organización terrorista serbia Mano Negra le embocó una bomba en el auto. Francisco sólo quedó herido por el estallido pero cuando era conducido al hospital, otro integrante de la misma agrupación le disparó, matándolo y terminando el trabajo defectuoso de su colega. Ya se tenía el pretexto  necesario para comenzar con el baño de sangre que tiñó de rojo a Europa durante los 4 años siguientes.

HMS Dreadnought
      En 1906 la armada británica había hecho construir el HMS Dreadnought, un veloz acorazado con impresionantes cañones de 305 mm. Hasta ese momento los acorazados en general poseían armamentos de varios calibres diferentes. Las correcciones de altura y ángulo de disparo se hacían observando las salpicaduras que provocaban los tiros errados. Al contar con múltiples calibres nadie tenía bien claro, al momento de los tiros, que arma había provocado cual salpicadura. Gracias al calibre único la corrección efectuada por primera vez servía para todas las armas del barco al mismo tiempo. Esto sumado a su velocidad hizo que todas las armadas de todos los países quisieran tener uno así. Tanto éxito tuvo el diseño que el nombre con el que se bautizó el barco pasó a ser usado como genérico del tipo de buque. Se hablaba de un acorazado tipo Dreadnought. Los países que podían se los comenzaron a construir, los que no comenzaron a encargar sus barcos a aquellos países que si podían construirlos. Uno de los países que encargó 2 Dreadnought a astilleros ingleses fue Turquía (recuerden este dato).

Alfred von Tirpitz
     Desde 1912, dos buques alemanes de este modelo, el Goeben y el Breslau daban vueltas patrullando el Mediterráneo. La idea era que anduvieran por allí de modo que si, como efectivamente ocurrió, se declarase la guerra, pudieran cortar el traslado de tropas francesas desde África hacia Europa. En caso en que hiciera falta, la velocidad de ambos acorazados le permitiría escapar del mar por el Estrecho de Gibraltar y poner proa hacia Alemania superando en rapidez a cualquier perseguidor sea inglés o francés. El 3 de agosto de 1914, horas antes de la declaración formal de guerra el Almirante Souchon, a cargo de los dos barcos recibió de su superior Von Tirpitz la orden de dirigirse hacia Constantinopla, para ese entonces capital del Imperio Otomano, hoy Turquía.



Ismail Enver
     Turquía o el Imperio Otomano, no sabía bien donde pararse en el escenario previo a la Primera Guerra. Alemania deseaba que los otomanos estuvieran de su lado y de hecho Ismail Enver, el gobernante turco de ese momento, que había ascendido al poder mediante un golpe de estado algo mas de un año antes, mostraba cierta simpatía para con los germanos. El problema era que cierta cantidad de miembros de su partido temían que una toma de posición por el estilo les trajera problemas con Rusia. Turquía domina la salida desde el Mar Negro hacia el Mediterráneo pasando por el Estrecho del Bósforo y Rusia poseía también costas sobre ese primer mar. Si Turquía se alistaba en el bando alemán, Rusia no tendría salida al Mediterráneo pero se convertiría en un enemigo con fronteras comunes.


      Recibida la orden del Almirante Alfred Von Tirpitz, entonces, el Goeben y el Breslau encaran el Bósforo bajo la atenta mirada de los barcos ingleses con los que se cruzaba dado que, a falta de declaración mutua de guerra nadie dispararía sobre el otro. Pero mientras los dos buques atravesaban el estrecho de los Dardanelos comenzó formalmente la guerra.

Winston Churchill
      Ismail Enver aún no se había pronunciado por ninguno de los dos bandos pero la presencia de dos barcos de guerra de una de las partes en litigio en sus puertos lo ponía en medio de fuertes tensiones diplomáticas. Sin embargo apareció la posibilidad de hacer una jugada estratégica brillante. Como habíamos comentado (y espero que no se hayan olvidado porque le pedimos encarecidamente que lo recordaran) Turquía tenía comprados dos buques al Reino Unido. Quien luego sería Primer Ministro Winston Churchill ocupó durante la Primera Guerra Mundial el cargo de Primer Lord del Almirantazgo y bajo el pretexto de que un viaje de dos buques de guerra desde los astilleros ingleses hasta Constantinopla en ese clima pre bélico sería peligroso (otro que utiliza el tema de la inseguridad para sus propios negocios. No será el último) decidió guardarlos en su país hasta algún momento más seguro (en realidad las intenciones de Churchill eran tenerlos de reserva por si a la Armada de Su Majestad le llegaran a hacer falta). Los otomanos pusieron el grito en el cielo al respecto dado que hasta se habían realizado colectas populares para pagar el costo de los dichosos buques. De un momento a otro Turquía se haría con dos nuevos barcos a falta de los que Inglaterra les debía. Con la complicidad de los alemanes del Goeben y el Breslau ambos barcos fueron "vendidos" a Turquía.

Goeben y Breslau
     El día 16 de agosto de 1914 el Goeben era bautizado como Yavuz Sultan Selim y su colega como Midilli y ambos enarbolaron bandera otomana. ¿Y que pasó con la tripulación? Pues fueron vestidos todos con el uniforme oficial turco, reemplazada la gorra alemana por el típico fez, ese sombrerito parecido a una maceta invertida. Oficialmente los barcos eran ahora otomanos y la tripulación (aunque oriunda de Alemania) respondía al gobierno turco, incluido el muy teutón Almirante Souchon. Este, con sus nuevos viejos barcos más dos más de la flota turca emprendieron viaje hacia dentro del Mar Negro y bombardearon las ciudades rusas de Odessa, Sebastopol y Feodosia. Este belicoso accionar le valió la declaración de guerra al Imperio Otomano por parte de Inglaterra, Francia y obviamente la directamente agredida Rusia.

      Semejante acto de camaleonismo naval alteró los planes previos de Inglaterra. En los papeles, las especulaciones indicaban que el Imperio Otomano estaría de su lado y ahora se le estaba abriendo un nuevo frente en la guerra que recién acababa de comenzar. En lugar de tener un aliado en el Mar Negro y por ende cerca de Egipto y del estratégico Canal de Suez, tenía ahora un enemigo más contra el que combatir. Y más aún siendo que el enemigo común de Inglaterra y Rusia, además de los turcos eran los mismos alemanes, la provisión de armamento inglés y francés hacia Rusia tenía una única ruta de acceso, el estrecho del Bósforo, dominado íntegramente por los turcos.

    Inglaterra y Francia de deciden a recuperar el estrecho y escarmentar como sea a esos turcos del demonio. Organizan una enorme fuerza, pero temiendo correctamente un potencial fracaso convocan a tropas australianas y neozelandesas, países que a pesar de su independencia nominal, seguían bajo el ala colonial del Reino Unido. El intento es desastrozo para ambas partes. El 19 de febrero de 1915 se lanza un pretendido desembarco sorpresa en la península de Galípoli que se lleva la vida de 253.000 otomanos y casi 300.000 soldados del bando aliado sin que logren dominar en casi 1 año de combates la península y mucho menos el estrecho. Pero esa historia quizá forme parte de algún otro post.

      A la muerte de Mustafá Kemal Atatürk, primer presidente de Turquía, en 1938 sus restos fueron llevados desde Estambul hasta Izmit a bordo del Yavuz Selim. Para ese entonces el ex - Goeben alemán era todo un ícono popular. Finalmente el buque terminó sus días desguazado en 1976.

Que anden bien.










domingo, 16 de agosto de 2015

Serendipia: el refugio de los plagiarios o de lo afortunado de algunas coincidencias

      El piano Steinway & Sons de gran cola que domina el centro del Salón de Nogal del Blog sonaba con dulce ritmo de 3/4. Su ejecutante, nuestro catedrático de Geometrías No Euclideanas arrancaba de él melancólicos sones de un vals. El sonido atrajo al especialista en Cerámica Precolombina quien se acercó hacia el instrumento con una leve sonrisa en sus labios.



- Veo que le ha gustado mi vals "Te recuerdo siempre que puedo, Isolina"
-¿Su vals? - interrumpió la ejecución bruscamente el geómetra - Este vals se llama "Tu mirar es el combustible que mi sistema circulatorio necesita para seguir vivo" y lo compuse hace unas dos semanas.
- Eso es imposible, esa melodía y aún la armonía pertenecen a mi inspirada oda al amor que sentía por Isolina Bonacolsi Savonarola. Noble dama a la que me unió cierto lazo afectivo durante nuestras juventudes
- Vea mi amigo -  dijo el catedrático dejando su puesto frente al piano a la vez que blandía en su mano la partitura que acababa de ejecutar - este vals es tan fruto de mi inspiración como mi libro "A mi no me vengan con Euclides". No admito que nadie tienda siquiera la sombra de una sospecha sobre mi autoría.

      Antes de que la cosa pasara a mayores, se puso de pie trabajosamente desde las profundidades de un mullido sillón de cuero verde nuestro anciano especialista en Simbología Mesopotámica

- Caballeros - caminó unos pasos hacia el piano poniéndose entre ambos doctores -estamos ante un claro caso de serendipia

Ambos lo miraron con curiosidad a la espera de que el viejo catedrático continuara. 

- Se trata - aclaró el anciano - se coincidencias afortunadas casi inexplicables. Un científico busca una cosa y encuentra otra. Un músico escribe una combinación de notas similar a otra que nunca escuchó. Alguien prueba un medicamento para una dolencia y termina siendo útil para curar otra. La extraña palabra proviene de un cuento tradicional persa llamado "Los tres príncipes de Serendip" donde los protagonistas resuelven sus problemas a fuerza de increíbles casualidades. Precisamente del terreno de la literatura provienen dos de las serendipias más insólitas de que se tenga noticias y cuyo relato dejó también pasmados a los dos catedráticos que pugnaban por la autoría del vals.



      En un gesto de generosidad vamos también a revelárselas a ustedes. Traigan ropa impermeable que la mayor parte de la historia transcurre en el mar.

Morgan Robertson
      Nacido en 1861, Morgan Robertson fue ante todo un hombre de mar aunque no militar sino que llegó a ser oficial de la marina mercante estadounidense. Su mismo nombre lo relaciona con los barcos aunque en lugar de pirata, Morgan tenía vocación de escritor. Al cabo de muchos años a bordo varios buques Robertson dedicó sus últimos 10 al negocio de los diamantes. Escribió al menos 2 novelas que han llegado a editarse con relativo éxito y varios relatos cortos. Sin embargo, aunque bien escritas, no han sido sus méritos literarios los que le han brindado algo de relativa fama. La primera de ellas fue escrita en 1898 y se llama Futility (Futilidad) pero luego de 1912 le fue agregado un subtítulo, ya verán porque. La otra fue titulada Beyond the Spectrum (Más allá del espectro) y conservó su título original únicamente. La primera es una novela de aventuras con paisaje marino y la última una novela bélica. Hasta acá nada llamativo ni novedoso. Pero nos estamos acercando al nudo del asunto.

     El protagonista de Futilidad se llama John Rowland y es marino. Más precisamente teniente de marina de la armada inglesa. Al británico de la ficción le gustaba mucho la bebida por lo que pierde frecuentemente la línea de conducta razón por la cual la Armada de Su Graciosa Majestad lo echa de sus filas. Rowland sigue bebiendo hasta caer en las peores miserias humanas. Finalmente se enlista como marinero raso en un gran buque de lujo que tiene un grave accidente en altamar y se hunde. Logra salvarse y salvar a una niña con quien vive cierto número de aventuras hasta que ambos son rescatados. Este acto de altruismo lo redime y su vida cambia completamente.



Titanic
     Si usted me dijera que ha visto cientos de películas con argumentos similares pero con policías, soldados, bomberos o técnicos mecánicos y mayormente sin barcos yo le respondería que está en lo cierto. El antihéroe en el que nadie confía a causa de sus antecedentes y que al final se convierte en protagonista de los actos más valerosos y altruistas. En ese momento, entonces, usted me preguntaría para que demonios lo he traído hasta aquí. Verá usted: el barco que tripulaba Rowland se llamaba Titán....muy parecido a Titanic ¿No? Bueno, dirá usted, una golondrina no hace verano. Es sólo una coincidencia. Hay más de una, créame. Muchas mas.

      El Titan de la novela (descripto por Robertson como un palacio flotante), como el Titanic de la realidad unía Europa con Norteamérica, es más unía Inglaterra con Estados Unidos. Robertson imagina que su Titán fue construido en Southampton, el mismo puerto en el que fue botado el Titanic. Cuando nuestro escritor imagina su barco lo hace gigantesco, de 243 metros de eslora, por sus características de construcción, sus imaginarios fabricantes lo catalogan como inhundible. El verdadero Titanic medía realmente 268 metros (tan sólo 25 metros de diferencia, un escaso 10%)  y también fue calificado como inhundible. Robertson le adjudica 3 hélices y 2 mástiles a su literario Titán lo mismo que hizo la White Star Line con el Titanic real.

      Ya puestos en el mar el Titán de la novela viajaba desde New York hacia Liverpool a su velocidad máxima, 25 nudos. El único viaje del Titanic real se hizo desde Southampton hacia New York (en sentido inverso) a su velocidad máxima: 23 nudos. Ambos zarpan en Abril. El mando del Titán estaba a cargo de un imaginario Capitán de apellido Smith mientras que el real capitán del Titanic se llamaba Edward Smith.  El desenlace de ambas historias ocurre tanto en la novela como en la realidad a unos 400 kilómetros de la isla de Terranova. En ambos casos los barcos circulaban a su velocidad máxima y sorprendentemente ambos chocaron contra un iceberg. Ni el Titan ni el Titanic tenían botes suficientes (24 para 3000 pasajeros ficticios del Titán, 20 para los 2200 reales del Titanic). Ambos se hunden.

      Luego del 15 de abril de 1912 (fecha del hundimiento del Titanic de "carne y hueso") alguien se acordó de haber leído una novela similar editada 14 años antes. Sorprendidos los editores decidieron agregarle un subtítulo al anodino "Futilidad", desde ese momento el libro es conocido también como "El naufragio del Titán".

      Pero ¿usted no dijo que iba a hablar sobre dos casos de serendipia? ¿No me diga que el mismo escritor creó otra novela cuyos hechos luego se cumplieron? Bueno, si usted quiere no se lo digo....pero fue así.

      Para 1914 la aviación era casi un peligroso hobby aristocrático. A pesar de que desde hacía un par de siglos se venían usando globos aerostáticos para tareas de observación y reconocimiento, los aparatos voladores eran más peligrosos para el que los conducía que para los enemigos. El primer registro sobre el uso de una máquina voladora para atacar a un enemigo en combate data de 1911 y corresponde a un piloto italiano que lanzó desde su aeroplano algunas granadas sobre territorio libio provocando algunos heridos. Aún en este contexto desfavorable nuestro amigo Robertson escribió "Más allá del Espectro" una novela bélica, como dijimos, sobre un ataque aéreo...sobre territorio norteamericano...por parte de la aviación japonesa...sin declaración de guerra previa...un domingo de diciembre por la mañana. Tal y como Pearl Harbor pero escrito 27 años antes. Los japoneses además de bombas convencionales (aún no inventadas en 1914) tienen la capacidad de lanzar "bombas sol" unos dispositivos de estallido tan enceguecedor que remiten al brillo de nuestra estrella cercana y de explosión tan poderosa que eran capaces de hacer desaparecer una ciudad entera con una sola de ellas, tal como lo pudieron experimentar los propios japoneses de la novela pero con 31 años de demora con respecto a su edición, en Hiroshima.

      ¿Poseía acaso Morgan Robertson el don de la profecía? En absoluto. Luego del shock de las coincidencias de Futilidad con el verdadero naufragio del Titanic, sus editores se lanzaron sobre los pequeños relatos que vendía a los diarios para su publicación por U$S 25 cada uno. Si hubieran llegado a encontrar alguna otra coincidencia podrían hacer dinero así como lo hicieron en el primer momento luego del naufragio con el Titán. Nada de eso ocurrió. La estrella literaria de Robertson se apagó unos meses después del hundimiento del Titanic y su vida lo hizo 3 años más tarde, el 24 de marzo de 1915 en un hotel de Atlantic City.




   

     Amparados en la posibilidad de que se tratase de un caso de serendipia, algunos comenten los más ominosos plagios. Canciones que suenan exactamente igual una a otra. Películas con el mismo argumento. Señoras varias que, una vez estiradas sus pieles faciales, lucen la misma cara que las demás o chistes que tienen el mismo remate aunque con una diferencia de 30 años entre uno y otro.

Que anden bien!









domingo, 9 de agosto de 2015

Una película explosiva, pero no en el sentido que todos piensan

      Con motivo de la reciente apertura de la Sala Audiovisual en la Sede del Blog, los catedráticos titulares de cada departamento fueron invitados a responder una encuesta acerca de cuales eran los títulos cinematográficos que no podían faltar en la futura colección. De manera unánime todos votaron "El Ciudadano Kane" de Orson Welles. El resto fue dividido, algunos votaron unas y otros, otras. El Consejo Supremo del Blog finalmente recibió una lista conformada entre otras por la citada El Ciudadano junto con El Padrino, Casablanca, Apocalypse Now o 2001, una odisea en el Espacio entre otros. Conforme se iba bajando en los renglones de la nómina la elección no era tan unánime y aparecían títulos en los que no todos estaban de acuerdo.  

      Algunos sostenían que el único mérito del Último Tango en París para estar en la lista era la generosa provisión de desnudos de María Schneider. Otros criticaban la lentitud de las narraciones de los directores franceses y abogaban por la eliminación de la lista de todo film de ese origen. Y algunos se preguntaban el por que de la inclusión en la lista de la película "The Conqueror" con John Wayne considerada una de las peores de toda la década del 50. Quien apareció con la respuesta fue nuestro especialista en Entomología Paleontológica quien les recordó a los que lo habían olvidado e instruyó a los que nunca lo habían sabido sobre las trágicas cuestiones que se suscitaron en torno no tanto al rodaje sino a los acontecimientos posteriores a la filmación de "El Conquistador" y que son los que comenzaremos a contar a partir del próximo párrafo. Apúrense a comprar las palomitas del maíz que ya empieza la proyección. 

Genghis Khan
   Millonario, ingeniero autodidacta, piloto de aeronaves y productor y director de cine en sus ratos libres, Howard Robard Hughes decidió aprovechar la fama del actor John Wayne y sacarlo de su típico personaje de cowboy o soldado mudándolo al desierto de Mongolia. En 1956 filma The Conqueror (El Conquistador) una adaptación al estilo Hollywood de la biografía de Genghis Khan. La película, como decíamos más arriba, es un espanto. Pésimo guión, flojas actuaciones y escaso rigor histórico; no llegó a recaudar en las boleterías todo lo que se había invertido en hacerla. Claro que a Howard Hughes esto no le importaba en absoluto dado que según los registros fue él la primera persona en atesorar 1.000 millones de dólares. A su muerte, su herencia fue calculada en unos U$S 2.500 millones.

      Por lo antedicho el presupuesto no era problema para don Hughes, de modo que además de al citado Wayne, contrata a Susan Hayward, nominada en el 48, 50 y 53 al Oscar a la Mejor Actriz. Lo mismo hace con el actor mexicano Pedro Armendáriz cuyos rasgos típicamente latinos le abrieron la puerta de Hollywood para todo papel en el que se necesitara un actor no anglosajón. En este caso un mongol, aunque no se parezca en nada a uno. Otra joya del elenco fue Agnes Moorehead posteriormente recordada como Endora, la sarcástica madre de la protagonista de Hechizada, la serie de TV. Agnes había formado parte, entre otras, del reparto de El Ciudadano, película que, como dijimos, es puesta casi unánimemente a la cabeza de todas las listas de las mejores cintas de la historia.

     Sin embargo, Hughes elije como director al joven actor Dick Powel, con poca experiencia en la tarea (de hecho tenía un solo largometraje dirigido con anterioridad y luego de este se dedicó casi con exclusividad a dirigir para TV) con lo cual a pesar del elenco sale un film completamente olvidable. En los años 80 se publicó un libro llamado The Golden Turkey Award que compila las peores pelícluas de la historia del cine hasta ese momento. Si bien la ganadora es "Plan 9 del Espacio Sideral" de Ed Woods (que recomendamos fervientemente ver) nuestra "El Conquistador" se alza con el premio "Peor elección de reparto" debido a la decisión de que John Wayne tomara el papel de Genghis Khan. El papel que desempeñaba Susan Hayward, Bortai la esclava que enamora a Genghis Khan, registra el único caso de un miembro de los tártaros de cabello pelirojo. Pero dejemos por un rato la filmación y hablemos de algo que, aparentemente, no tiene nada que ver.

      El 6 de agosto de 1945 los Estados Unidos, en nombre de la Libertad y la Democracia, cocinan vivas a 246.000 personas con los bombardeos nucleares de Hiroshima y posteriormente de Nagasiaki. Nunca antes de eso y nunca después de eso, ningún país se animó a cometer una brutalidad por el estilo. Sin embargo, luego de la guerra y a pesar de haber logrado vaporizar unos 1,5 kilómetros cuadrados de ciudad con absoluta eficiencia y provocar daños hasta 60 kilómetros a la redonda del lugar de la explosión, los militares norteamericanos pretendieron que semejantes máquinas de matar podían aún "perfeccionarse". Para ello buscaron territorios desiertos donde poder detonar los nuevos y más poderosos ingenios nucleares sin afectar la vida animal, vegetal y mucho menos humana. El desierto de Nevada presenta un excelente paisaje a tales efectos. Al norte tiene el llamado "El desierto de la Gran Cuenca" y al sur el "Desierto de Mojave". Precisamente sobre este funciona el llamado Nevada Test Site, un campo de pruebas donde los científicos y militares norteamericanos hacían reventar bombas nucleares a sus anchas.

      Así lo hicieron entre 1951 y 1962 donde cesaron las explosiones al aire libre. Es que científicos de varios países llegaron a la conclusión de que las explosiones nucleares atmosféricas hacían precipitar a tierra un bonito número de sales radiactivas en forma de polvo. No había forma de saber cuan lejos podía llegar ese polvo, por lo tanto pretender que los efectos radiactivos de la explosión quedarían circunscritos a la zona del ensayo era cuanto menos ingenuo. De todos modos los muchachos siguieron despuntando el vicio pero ahora enterrando las bombas para evitar la dispersión de las mencionadas sales y continuaron haciendo ruido en Nevada hasta 1992. Usted se estará preguntando ¿Y este para que demonios me cuenta esto? Ya van a ver. Volvamos al cine.

      Los mongoles no solo viven en Mongolia sino que en su época de esplendor (el momento en que fueron gobernados por Genghis Khan, entre 1206 y 1227) ocupaban y dominaban una superficie de unos 35 millones de kilómetros abarcando desde la actual Corea en plena Asia hasta Hungría en plena Europa. Sus dominios incluían Afganistán, Armenia, Persia y China entre otros, por lo tanto un paisaje montañoso y semi desértico serviría para ilustrar la mayor parte de las escenas de nuestra película. Y aquí es en donde usted cree entender el porque de nuestra mención al estado de Nevada sospechando que allí fue filmada la película.

    Lamento desilusionarlo parcialmente. Los exteriores de El Conquistador fueron rodados en Utah, Pero el límite oeste del estado de Utah es casualmente Nevada. Los actores y técnicos fueron tranquilizados bajo la justificación de que estaban lo suficientemente lejos del campo de pruebas como para que la radiación no los alcanzase. Unos 200 kilómetros. En la fotografía pueden ver a John Wayne operando un contador Geiger a fin de medir el nivel de radiación del ambiente. Algunas de las escenas que simulaban haber sido rodadas al aire libre fueron en realidad filmadas dentro es un estudio cercano por necesidades de iluminación u otros efectos. Los productores dispusieron, entonces, mover unas 60 toneladas de tierra hacia el estudio para cubrir el piso con ella. Si el suelo estaba contaminado por sales radiactivas no sólo serían afectados afuera sino también dentro del estudio.

Pedro Armendáriz
      Siete años después de la realización de la película el director Dick Powell murió a causa de un linfoma, es decir de un cáncer en los ganglios linfáticos. Todo el elenco protagónico (a excepción de Pedro Armendáriz) murió de cáncer. En el caso de Armendáriz, este se pegó un tiro al enterarse que era victima de un estadío terminal de....cáncer renal. En suma: de 220 personas que participaron en la filmación de la película (actores, técnicos, extras y demás) se sabe con certeza que 91 de ellos murieron de una u otra forma de esta enfermedad. Pero las estimaciones alcanzan a unas 150. Para la época en la que se produjeron las muertes no existían aún métodos que permitieran determinar indudablemente la relación entre la contaminación causada por la exposición a polvos radiactivos y las muertes por cáncer entre los miembros del elenco y personal técnico de la película.


Howard Hughes
      Al tiempo corrió la voz y comenzó a hablarse de la relación entre la película y las muertes. Creció el rumor de que el millonario productor Hughes había comprado todas las copias a fin de que nadie más la viera (unos 12 millones de dólares. Un vuelto para él) de tan avergonzado que estaba. La "demostración" que esgrimían los defensores de la hipótesis de censura por parte de Howard Hughes era que la película no había sido vista desde su salida de cartel y para este entonces habían pasado ya unos 20 años de su estreno. Nada de eso era cierto. La película nunca se había repuesto sencillamente porque era mala. Finalmente en 1974 fue comprada por un canal de televisión junto con otras películas de la RKO, la productora que la lanzó oportunamente y desde ahí repetida innumerables veces. Se comenta que sobre el final de su vida, completamente desquiciado, una de las películas que veía con obsesiva insistencia Hughes era "El Conquistador".

      Muchos libros se han escrito sobre la vida del caudillo mongol. Algunos novelados, otros apelando al rigor histórico tradicional de las biografías. Ciertamente si lo que quieren ustedes es aprender sobre la vida de Genghis Khan la película "El Conquistador" no es la mejor fuente en la que pueden abrevar. Ahora si el morbo les impulsa a ver como un grupo de actores y técnicos se pasean frente a cámara mientras van muriendo sin darse cuenta, esta es su mejor opción.




      Y ahora los dejo. Esta noche en el gran salón de Roble del Blog proyectan una película que supongo, trata de la faringe de un cantante de ópera o la vida de algún tenor famoso. Garganta profunda se llama.

Que anden bien.





domingo, 2 de agosto de 2015

Sírvase un café o háblele a la cafetera

      Casi no se produce ninguna reunión de carácter social en la Sede del Blog durante la hora del almuerzo, pero sí suelen juntarse varios catedráticos a cenar al mismo tiempo. Es que la luz del día invita a la alimentación frugal mientras que el horario de la cena se presta para una comida (y bebida) más copiosa a modo de reparación del desgaste de la jornada. A los postres se impone casi religiosamente una vuelta de café y unos Partagás o Cohíba. Con respecto a los habanos hay menos controversia que con el café. Casi todos están de acuerdo en que la una o la otra de las marcas de puros son las mejores del mundo, en cambio con el café hay más discusiones. Es que desde el molido y tostado de sus semillas al método de preparación, cada cual tiene sus gustos y preferencias personales.

      Los hay que lo prefieren a la turca, echando los granos molidos sobre el agua caliente. Los hay que prefieren el express, haciendo pasar agua casi en estado de vapor a presión por entre el polvo de café. Otros deliran por un Caifé Gaelach o café irlandés mientras que unos pocos prefieren un Amareccino con crema y amaretto. Las hermanas que se encargan del servicio gastronómico de la sede del blog casi conocen de manera personalizada los gustos de cada uno de los miembros (hablo de las preferencias por el café, no me malinterpreten) pero sin embargo van preguntado a cada uno, cada noche, que variedad de café se van a servir esta vez. Los espíritus inquisidores de los científicos no solo son curiosos a nivel intelectual sino que también salen a veces a la caza de nuevos sabores y placeres. El especialista en Cultura Egipcia del blog, un anciano caballero pero entusiasta de las modernas tecnologías, soñaba en voz alta con una cafetera que, a una sola instrucción de la voz, preparara el café de la variedad solicitada. Terció entonces nuestro catedrático de Arquitectura Medieval Británica a despertarlo de su ensueño comentándole que dicha máquina había sido ya inventada hace unos 15 años aquí en nuestro país....o algo así. Ya verán el porque de la duda a partir del próximo párrafo.

     Marcos Castagno era un estudiante de ingeniería electrónica de la Universidad Tecnológica Nacional regional Córdoba. Con 22 años y excelentes notas en su colegio secundario en Las Varillas, distante a unos 150 kilómetros de la capital provincial, lo único que posibilita que siga avanzando con sus estudios es una beca que la municipalidad le entregó al momento de egresar de la escuela media como premio a su destacado desempeño. Sus padres son modestos productores agropecuarios que luchan como pueden sin posibilidad de exportar su producción e invadidos por productos importados a precios subsidiados. La crisis económica durante el año 2000 golpea cruelmente sobre todos los hogares de la clase media argentina y de no ser por esos ingresos, Marcos debería abandonar sus estudios universitarios. Los jubilados no reciben sus medicamentos, los trabajadores no pueden retirar sus salarios de sus cuentas bancarias...todo indica que, en cualquier momento puede llegarle la noticia de que su beca había pasado a la historia.

      De visita en Las Varillas, Marcos se cruza con el Director de su ex colegio y le pregunta como iban las cosas con su carrera universitaria. Marcos le comenta que de maravillas, al punto que merced a su aprendizaje de nuevas técnicas digitales, ha logrado desarrollar una novedosa cafetera que se comanda por la voz del usuario. Es más, siendo que el procesador que la hace funcionar tenía capacidad de sobra para esa tarea, le había sido cargado el plano de la ciudad de Córdoba con el recorrido de todas las líneas de colectivos de modo que, a requerimiento del usuario, diciendo los puntos de origen y destino, la cafetera entregaba la información de qué transporte debería tomarse para arribar al lugar deseado.


      Pero Marcos tenía aún mas novedades para con su antiguo director. La Fundación Motorola lo había nombrado "Estudiante del Siglo" (todo fue "del siglo" durante el año 2000 o más aún "del milenio") y en poco tiempo más viajaría a Tokio, Japón a recibir su premio y presentar su invento ante el público nipón. Además de los honores a la japonesa lo esperaba una beca para estudiar durante dos años en el Imperio del Sol Naciente.



      Las Varillas es una localidad de unos 18.000 habitantes, algo así como la cantidad de espectadores que caben en media cancha de fútbol de tamaño regular. Casi todo en mundo se conoce entre sí y el director del secundario y el Intendente municipal no son la excepción. A la primera oportunidad, la noticia del ilustre estudiante llega a oídos de Fernando Coicet, intendente de la ciudad. La época no es demasiado pródiga en buenas noticias sino más bien todo lo contrario. Los diarios se llenan de quiebras, despidos y hechos violentos. La historia de Marcos aparece como un diamante en el barro. Los habitantes de Las Varillas encuentran en el joven Castagno un motivo de esperanza y se ven reflejados en él. El intendente Coicet comenta el feliz acontecimiento al diputado provincial Omar Basso y la notoriedad del joven inventor comienza a crecer. Sus rulos hasta los hombros y su sonrisa es paseada sobre el camión de los bomberos de Las Varillas y al son de las estridentes sirenas la población sale a la calle para verlo pasar cual héroe que retorna de la guerra.

De la Sota recibe a Castagno
      Tanto alboroto hace que el gobernador de la provincia de Córdoba se interese en el tema. Basso lo informa al respecto y Marcos Castagno es recibido en la residencia de José Manuel de la Sota en compañía del diputado, el intendente de su ciudad y por supuesto, el orgulloso director de su escuela. Al día siguiente la foto del encuentro ilustra todos los diarios locales. Frente a los medios, Castagno amplía los detalles del diseño de la cafetera. Los 8 meses que le insumió a él y a otros dos compañeros de estudio el desarrollo del software de reconocimiento de voz y la carga de los datos del transporte público cordobés, los alcances de la beca de la Fundación Motorola y el viaje que emprendería pocos días después. Allí mismo, frente a los medios, De la Sota anuncia la entrega de un subsidio de $500 (o su equivalente de U$S 500 de la fecha) para solventar gastos menores dado que, en apariencia, la Fundación Motorola se estaba haciendo cargo de pasajes, estadías y demás gastos generales.

     Finalmente una semana después, martes para ser más exactos, mientras todos en Las Varillas imaginaban a Marcos y su cafetera arribando al Japón, los vecinos se sorprendieron de verlo nuevamente en las calles del pueblo. ¿Que pasó? El relato es el que sigue:

     El vuelo hace escala para comenzar desde ahí el tramo más prolongado de su viaje hacia Tokio: San Pablo - París. Marcos y el representante de la empresa Motorola designado para acompañarlo durante todo el vuelo bajan del avión y caminan por el aeropuerto, cafetera en mano. Luego de pasear un rato por las instalaciones a la espera del horario de partida del vuelo siguiente ambos se dirigen al baño público de la aeroestación. Allí, mientras liberaban sus vejigas son abordados por entre 15 y 20 sujetos de aspecto oriental. Le exigen la entrega tanto de la cafetera como del código que permite el ingreso al software que la hace funcionar. Marcos ensaya una defensa pero es claramente superado en número. El representante de Motorola es más enérgico en sus pretensiones de recuperar la cafetera y se traba en lucha con los chinos o japoneses o coreanos (¿Quién sabe?) Se escucha apenas un silbido agudo y corto que ni siquiera retumba entre las paredes azulejadas del baño. Un arma con silenciador ha sido disparada y el empleado de Motorola cae al piso, herido. Los miembros de la mafia china o de la Yakuzza japonesa (¿Quien sabe?) huyen cafetera al hombro mientras Marcos socorre a su eventual compañero herido, afortunadamente solo en el brazo. Ambos shockeados por semejante acto de violencia deciden abortar el viaje y retornar a la Argentina.

¿La historia del aeropuerto de San Pablo les sonó increíble? A los funcionarios cordobeses también...

      Lo primero que hicieron los funcionarios de la gobernación al enterarse fue llamar a la Dirección Nacional de Migraciones, repartición que les confirmó que Marcos Castagno nunca había abandonado el país rumbo a San Pablo ni a ninguna otra parte. Acto seguido se comunicaron con Carlos Zárate, director de la firma Motorola en la Argentina. Personalmente desconocía la existencia de la beca pero prometió averiguar. Al rato confirmó lo que todos (y ustedes también) estaban sospechando: No existía tal beca, ni el premio al "Estudiante del Siglo", ni el viaje ni mucho menos un empleado de la Fundación Motorola herido de bala durante la valerosa defensa de una cafetera parlante. El gobernador, diputados, intendente y director de la escuela así como decenas de periodistas y miles de habitantes de Las Varillas habían sido engañados redondamente por un joven de 22 años. ¿Es que acaso a nadie se le ocurrió pedirle sacar una foto a la cafetera o verla en funcionamiento? No. ¿Nadie quiso ver, aunque sea para ilustrar la nota publicada, un plano de la misma? No ¿Nadie quiso conocer la identidad de los otros dos estudiantes que, según Castagno, habían desarrollado la cafetera con él? No ¿Y llamar a Motorola para conocer detalles de la beca y el premio? Tampoco ¿Y pedirle que muestre algún papel o documento que acredite su nombramiento como "Estudiante del Siglo"? Menos aún.

     Entonces ¿Que fue lo ocurrió? ¿Era acaso Marcos Castagno un maestro de la impostura? ¿Era un actor formidable que logró engañar a todos? ¿Los funcionarios y los medios tenían tantas ganas de creer que era cierto que nadie chequeó nada? ¿Que demonios pasó por la cabeza de Castagno para urdir semejante mentira? La respuesta parece ser la siguiente:

     Como dijimos más arriba, los padres de Castagno eran modestos productores agropecuarios que, como la mayoría del país estaban pasando unas gravísimas dificultades financieras. El único vínculo entre Marcos y la Universidad era la beca que aún cobraba. Pero el empobrecido estado iba recortando una a una las prestaciones aplicando la ineficaz fórmula de "achicar el gasto público". Su evaluación, confesó después, era que más temprano que tarde iba a perder el beneficio. El encuentro fortuito con el director de su ex escuela secundaria y un comentario al pasar desencadenaron la avalancha de mentiras que terminó tal como contamos.

     Marcos Castagno se encerró bajo siete llaves y la gobernación prometió proveerlo de asistencia psicológica y aún psiquiátrica. Nunca se volvió a saber de él. No se sabe si también fue obligado a devolver los $500 del subsidio. Los funcionarios involucrados también hicieron lo posible por que nadie les pregunte cómo suscribieron a la historia de Marcos sin ningún tipo de mínima verificación previa.

     Y ahora los dejo. Tengo que terminar de alistar una re carozadora de aceitunas para arrepentidos que le vuelve a poner el carozo a las olivas que lo han perdido a la vez que da los resultados de las carreras de los Hipódromos de San Isidro y Palermo.

Que anden bien